jueves, julio 17, 2003
"Feliz parto de cuatrillizas en el Hospital de Clínicas Caracas
El Hospital de Clínicas Caracas vio nacer este jueves cuatro saludables niñas, hijas de una pareja con problemas de fertilidad que se sometió a un tratamiento de fertilización "in vitro" en una clínica de Cúcuta. Fue un embarazo normal de 9 meses y los orgullosos padres no descartan ir por el quinto en un futuro.
Este tipo de parto múltiple es usual cuando se utlizan métodos de fertilización. Dos de las recién nacidas son gemelas, pues compartieron placenta a diferencia de las dos primeras, que tenían cada una su propia placenta".
Imagino que este señor hace bromas porque está nervioso. Y no sólo por la cantidad de hijos que tuvo de una sola vez, sino porque dos mujeres juntas en una casa son un peligro, así que calculen 5. Quizá por eso relató que en el futuro irá en busca del varón, para tener un aliado digo yo.
El Hospital de Clínicas Caracas vio nacer este jueves cuatro saludables niñas, hijas de una pareja con problemas de fertilidad que se sometió a un tratamiento de fertilización "in vitro" en una clínica de Cúcuta. Fue un embarazo normal de 9 meses y los orgullosos padres no descartan ir por el quinto en un futuro.
Este tipo de parto múltiple es usual cuando se utlizan métodos de fertilización. Dos de las recién nacidas son gemelas, pues compartieron placenta a diferencia de las dos primeras, que tenían cada una su propia placenta".
Imagino que este señor hace bromas porque está nervioso. Y no sólo por la cantidad de hijos que tuvo de una sola vez, sino porque dos mujeres juntas en una casa son un peligro, así que calculen 5. Quizá por eso relató que en el futuro irá en busca del varón, para tener un aliado digo yo.
Gripe
Sí, mala malita estoy con la gripe. No me aguanto. Y lo peor es que no termina de reventar, así que estoy con un malestar mal cocinado, dolor de garganta que esconde una tos que no sale aún y el cuerpo hecho papilla. Vamos a ver si me curo de una vez, que ya me estoy aburriendo.
Sí, mala malita estoy con la gripe. No me aguanto. Y lo peor es que no termina de reventar, así que estoy con un malestar mal cocinado, dolor de garganta que esconde una tos que no sale aún y el cuerpo hecho papilla. Vamos a ver si me curo de una vez, que ya me estoy aburriendo.miércoles, julio 16, 2003
Taxi
El problema de leer la página de Sucesos es que uno después queda con la psicosis. Todos los crímenes leídos te parecen tan factibles que te preguntas por qué no te han pasado a ti y, obviamente, te asustas porque sabes que te pueden pasar.
Las situaciones que más me llenan de horror son las típicas: "Tomó el taxi que lo condujo a la muerte", "Ultimada por profesional del volante", "No era un taxista, era un asesino en serie". La lotería del taxista asesinao está demasiado cerca de todos. Y lo peor es que, de chama, me parecía elegantísimo viajar en taxi, y amaba cuando Romina, la sureña con la que estudié 6to. grado, le decía remís. Yupi.
Después me empezaron a parecer una fantasía de confort, harta como estaba del transporte escolar destartalado, de los larguísimos viajes en Metro y de las tortuosas caravanas de autobuses en las que tenía que montarme para recorrer la ciudad siendo adolescente. Poder gastar un poco más de plata en uno de esos inventos maravillosos era, para mí, lo más cercano a ser millonario y famoso.
Luego cambiaron su cara, y todos los carros de 8 cilindros dejaron de ser los únicos taxis disponibles, para dejar a su paso un enjambre de "patas blancas" (como les llaman aquí), carros bien bonitos y con aire acondicionado, una mejoría total para el mundo de los carros de alquiler.
Ahora, de vez en cuando uso uno. Casi siempre cuando el sitio al que voy es de difícil acceso o cuando, as usual, voy retrasada (es normal que cuando deba llegar a las 8 pm yo salga a las 8 pm). Pero ahí es donde se me enreda la cosa: ¿y si el chofer es un violador? Empiezo a masticar la idea todo el camino, a veces incluso, rezando, o tal vez buscándole conversación para ganarme su simpatía y hacerlo recapacitar. ¿Cómo va a matar a una muchacha tan simpática? Claro, que con la cantidad de taxistas muertos que hay en Caracas cada fin de semana, ellos también vienen en la misma onda, rezando un poco, super alertas cada vez que uno mete la mano en la cartera, respondiendo a la búsqueda de conversación con el mismo porpósito con que uno la empezó, y ambos, pasajero y conductor, van hechos un manojo de nervios hasta la parada final. Ahí yo me bajo y sinceramente agradecida de que me haya dejado con vida y en el pleno uso de mis facultades mentales, me despido recibiendo el mismo agradecimiento, de esos que no se dicen con palabras, pero que demuestran que en mi ciudad casi todos leemos la Crónica Roja. Puro morbo.
El problema de leer la página de Sucesos es que uno después queda con la psicosis. Todos los crímenes leídos te parecen tan factibles que te preguntas por qué no te han pasado a ti y, obviamente, te asustas porque sabes que te pueden pasar.
Las situaciones que más me llenan de horror son las típicas: "Tomó el taxi que lo condujo a la muerte", "Ultimada por profesional del volante", "No era un taxista, era un asesino en serie". La lotería del taxista asesinao está demasiado cerca de todos. Y lo peor es que, de chama, me parecía elegantísimo viajar en taxi, y amaba cuando Romina, la sureña con la que estudié 6to. grado, le decía remís. Yupi.
Después me empezaron a parecer una fantasía de confort, harta como estaba del transporte escolar destartalado, de los larguísimos viajes en Metro y de las tortuosas caravanas de autobuses en las que tenía que montarme para recorrer la ciudad siendo adolescente. Poder gastar un poco más de plata en uno de esos inventos maravillosos era, para mí, lo más cercano a ser millonario y famoso.
Luego cambiaron su cara, y todos los carros de 8 cilindros dejaron de ser los únicos taxis disponibles, para dejar a su paso un enjambre de "patas blancas" (como les llaman aquí), carros bien bonitos y con aire acondicionado, una mejoría total para el mundo de los carros de alquiler.
Ahora, de vez en cuando uso uno. Casi siempre cuando el sitio al que voy es de difícil acceso o cuando, as usual, voy retrasada (es normal que cuando deba llegar a las 8 pm yo salga a las 8 pm). Pero ahí es donde se me enreda la cosa: ¿y si el chofer es un violador? Empiezo a masticar la idea todo el camino, a veces incluso, rezando, o tal vez buscándole conversación para ganarme su simpatía y hacerlo recapacitar. ¿Cómo va a matar a una muchacha tan simpática? Claro, que con la cantidad de taxistas muertos que hay en Caracas cada fin de semana, ellos también vienen en la misma onda, rezando un poco, super alertas cada vez que uno mete la mano en la cartera, respondiendo a la búsqueda de conversación con el mismo porpósito con que uno la empezó, y ambos, pasajero y conductor, van hechos un manojo de nervios hasta la parada final. Ahí yo me bajo y sinceramente agradecida de que me haya dejado con vida y en el pleno uso de mis facultades mentales, me despido recibiendo el mismo agradecimiento, de esos que no se dicen con palabras, pero que demuestran que en mi ciudad casi todos leemos la Crónica Roja. Puro morbo.
Otra que se nos fue
79 años de azúcar dijeron adiós el día de hoy. Me asusta sentir esta rabia, este dolor inmenso de ver partir a tanta gente valiosa que ha alegrado la vida de tantos, esta sensación de no entender por qué nos abandonan ellos y no los malos de la película.
79 años de azúcar dijeron adiós el día de hoy. Me asusta sentir esta rabia, este dolor inmenso de ver partir a tanta gente valiosa que ha alegrado la vida de tantos, esta sensación de no entender por qué nos abandonan ellos y no los malos de la película.martes, julio 15, 2003
No lo puedo creer
En los últimos días, las muertes de dos personajes que llevo en mi corazoncito me han golpeado mucho. Uno, por supuesto, Barry White, y el otro, el escritor chileno Roberto Bolaño.
Ambos eran hombres que estaban a la espera de un órgano para salvar su vida. Uno de 58, el otro de 50, sin llegar a la vejez se despidieron de nosotros con urgencia.
Triste es sentir esta cosa egoísta que siento, pero no dejo de pensar que nuestras vidas serán menos ricas sin sus obras y andares. Obviamente no puedo decir quiénes o cómo eran, quizá pór eso sólo extrañaré su vitalidad creativa, su aliento artístico, aunque pueda leer Los detectives salvajes mil veces mientras escucho You're the first, my last, my everything. Pero saber que no habrá nada nuevo, saber que no están, me llena, desde ya, de una nostalgia insólita.
Pero la poesía (la verdadera poesía) es así: se deja presentir, se anuncia en el aire, como los terremotos que según dicen presienten algunos animales especialmente aptos para tal propósito. (Fragmento de Los detectives salvajes)
En los últimos días, las muertes de dos personajes que llevo en mi corazoncito me han golpeado mucho. Uno, por supuesto, Barry White, y el otro, el escritor chileno Roberto Bolaño.
Ambos eran hombres que estaban a la espera de un órgano para salvar su vida. Uno de 58, el otro de 50, sin llegar a la vejez se despidieron de nosotros con urgencia.
Triste es sentir esta cosa egoísta que siento, pero no dejo de pensar que nuestras vidas serán menos ricas sin sus obras y andares. Obviamente no puedo decir quiénes o cómo eran, quizá pór eso sólo extrañaré su vitalidad creativa, su aliento artístico, aunque pueda leer Los detectives salvajes mil veces mientras escucho You're the first, my last, my everything. Pero saber que no habrá nada nuevo, saber que no están, me llena, desde ya, de una nostalgia insólita.
Pero la poesía (la verdadera poesía) es así: se deja presentir, se anuncia en el aire, como los terremotos que según dicen presienten algunos animales especialmente aptos para tal propósito. (Fragmento de Los detectives salvajes)
lunes, julio 14, 2003
La pluma en el viento
Ya sé que es un abuso publicar cuentos aquí, cuando he tenido por costumbre escribir sobre cosas cotidianas, pero bueno, me provoca ver este cuento en línea. Además que me resulta tierno, me gusta, y me hace sentir bien... Señoras y señores, con ustedes, "La pluma en el viento":
Ignacio no sabía qué hacer ahora que Alicia dormía. La miraba con ternura, con esa ternura que sólo pueden tener los hombres cuando nadie los ve. La cama se desinflaba y se volvía a hinchar cada vez que ella respiraba, e Ignacio disminuía el ritmo de su respiración sólo para poder subir y bajar a capricho de Alicia.
El alba despuntaba y amenazaba con invadir el cuarto, cuando la brisa matutina sopló delicadamente, empujando tan sólo una pluma hacia el interior de la habitación.
Ignacio, estremecido por el cálido aliento de Alicia, se dejaba llevar, casi ingrávido, por esa respiración lenta y musical, anulando por decisión propia, su necesidad de tomar aire.
Lentamente, poco a poco, la pluma en el viento descendía al ritmo de la respiración de Alicia y parecía suspenderse sólo por el deseo de ese amable resuello, e Ignacio se volatilizaba cada vez más, embriagado y liviano, subiendo y bajando. Hasta que la pluma cayó en el lecho e Ignacio, vencido, dejó de respirar, muerto de amor.
Ya sé que es un abuso publicar cuentos aquí, cuando he tenido por costumbre escribir sobre cosas cotidianas, pero bueno, me provoca ver este cuento en línea. Además que me resulta tierno, me gusta, y me hace sentir bien... Señoras y señores, con ustedes, "La pluma en el viento":
Ignacio no sabía qué hacer ahora que Alicia dormía. La miraba con ternura, con esa ternura que sólo pueden tener los hombres cuando nadie los ve. La cama se desinflaba y se volvía a hinchar cada vez que ella respiraba, e Ignacio disminuía el ritmo de su respiración sólo para poder subir y bajar a capricho de Alicia.
El alba despuntaba y amenazaba con invadir el cuarto, cuando la brisa matutina sopló delicadamente, empujando tan sólo una pluma hacia el interior de la habitación.
Ignacio, estremecido por el cálido aliento de Alicia, se dejaba llevar, casi ingrávido, por esa respiración lenta y musical, anulando por decisión propia, su necesidad de tomar aire.
Lentamente, poco a poco, la pluma en el viento descendía al ritmo de la respiración de Alicia y parecía suspenderse sólo por el deseo de ese amable resuello, e Ignacio se volatilizaba cada vez más, embriagado y liviano, subiendo y bajando. Hasta que la pluma cayó en el lecho e Ignacio, vencido, dejó de respirar, muerto de amor.
Explotados
No diré que me da rabia porque es mentira. Me da RISA cuando alguien habla de la EXPLOTACION de ciertos grupos o personajes.
Está muy de moda que los intensos critiquen la aparición de canciones de sus grupos preferidos (como Depeche Mode) en series televisivas. Dicen que esto de tomar esas obras maestras de la música contemporánea para ponerle algo de sabor a sus insulsas y estúpidas series, es una falta de respeto. Vamos a aclarar algo: las leyes sobre derecho de autor y derecho de explotación son feroces en el mundo entero, y más cuando hablamos de empresas, grupos o personajes establecidos como Depeche Mode. No es que llegó alguien, se compró el CD y ahí mismo decidió musicalizar Dawson’s Creek con la canción que más le gustó, no. La vaina no funciona ni remotamente de esa manera. Resulta que hay que solicitar los derechos, establecer la duración y uso de la canción en particular, firmar contrato y pagar una gruesa cantidad de plata para que los niños de Capeside sufran con música de fondo.
El hecho de que en series como Alias o Fastlane aparezca Depeche Mode matizando las misiones secretas de los detectives-agentes-especiales, cuesta plata, y mucha. De manera que si hay falta de respeto para los fans, los artífices de esa ofensa son los mismo de Depeche Mode, quienes cedieron los derechos de explotación para llenarse los bolsillos.
Yo, la verdad, pienso que es una tontería, la ofensa no la veo por ninguna parte y creo que cada quien tiene derecho a hacer lo que quiera con sus creaciones, incluso cederlas a series de tv porque, nos guste o no, eso le da plata y publicidad al grupo.
Ahora, la risa es totalmente incontrolable cuando se trata de las feministas que están en contra de la explotación de la imagen femenina. Se quejan, sobre todo, de la utilización de modelos jóvenes y de figuras imposibles para la publicidad.
Ok, está bien, quéjense de la falsa imagen de belleza que imponen, pero no me vengan con que la mujer es tratada como un objeto, explotada y vejada, por ser vista como un maniquí.
Resulta, gente, que a estos “objetos” les pagan más que a las mujeres independientes y profesionales que no son modelos, además, el modelaje es una carrera dura, pero cada modelo sabe los sacrificios que exige su carrera y, cuando los asume, lo hace sabiendo de antemano los beneficios. A las mujeres no las raptan para convertirlas en modelos, ellas se meten en eso (ya sea voluntariamente o empujadas por la familia si son menores de edad) y al final siempre tienen la opción de salirse. ¿Cómo llorar porque las exploten cuando ellas ganan más que yo, hacen el trabajo que quieren y, si son inteligentes, con 8 años de trabajo pueden tener asegurado el resto de sus vidas?
En fin, creo que existe la explotación, la humillación y el abuso, pero no creo que aplique a cosas como esta. Yo creo que los verdaderos casos de abuso están en otras partes, donde hay hambre, pobreza, maltratos físicos… Pero en el mundo de la compra-venta de las imágenes, lo que se ha comprado es porque está a la venta…
No diré que me da rabia porque es mentira. Me da RISA cuando alguien habla de la EXPLOTACION de ciertos grupos o personajes.
Está muy de moda que los intensos critiquen la aparición de canciones de sus grupos preferidos (como Depeche Mode) en series televisivas. Dicen que esto de tomar esas obras maestras de la música contemporánea para ponerle algo de sabor a sus insulsas y estúpidas series, es una falta de respeto. Vamos a aclarar algo: las leyes sobre derecho de autor y derecho de explotación son feroces en el mundo entero, y más cuando hablamos de empresas, grupos o personajes establecidos como Depeche Mode. No es que llegó alguien, se compró el CD y ahí mismo decidió musicalizar Dawson’s Creek con la canción que más le gustó, no. La vaina no funciona ni remotamente de esa manera. Resulta que hay que solicitar los derechos, establecer la duración y uso de la canción en particular, firmar contrato y pagar una gruesa cantidad de plata para que los niños de Capeside sufran con música de fondo.
El hecho de que en series como Alias o Fastlane aparezca Depeche Mode matizando las misiones secretas de los detectives-agentes-especiales, cuesta plata, y mucha. De manera que si hay falta de respeto para los fans, los artífices de esa ofensa son los mismo de Depeche Mode, quienes cedieron los derechos de explotación para llenarse los bolsillos.
Yo, la verdad, pienso que es una tontería, la ofensa no la veo por ninguna parte y creo que cada quien tiene derecho a hacer lo que quiera con sus creaciones, incluso cederlas a series de tv porque, nos guste o no, eso le da plata y publicidad al grupo.
Ahora, la risa es totalmente incontrolable cuando se trata de las feministas que están en contra de la explotación de la imagen femenina. Se quejan, sobre todo, de la utilización de modelos jóvenes y de figuras imposibles para la publicidad.
Ok, está bien, quéjense de la falsa imagen de belleza que imponen, pero no me vengan con que la mujer es tratada como un objeto, explotada y vejada, por ser vista como un maniquí.
Resulta, gente, que a estos “objetos” les pagan más que a las mujeres independientes y profesionales que no son modelos, además, el modelaje es una carrera dura, pero cada modelo sabe los sacrificios que exige su carrera y, cuando los asume, lo hace sabiendo de antemano los beneficios. A las mujeres no las raptan para convertirlas en modelos, ellas se meten en eso (ya sea voluntariamente o empujadas por la familia si son menores de edad) y al final siempre tienen la opción de salirse. ¿Cómo llorar porque las exploten cuando ellas ganan más que yo, hacen el trabajo que quieren y, si son inteligentes, con 8 años de trabajo pueden tener asegurado el resto de sus vidas?
En fin, creo que existe la explotación, la humillación y el abuso, pero no creo que aplique a cosas como esta. Yo creo que los verdaderos casos de abuso están en otras partes, donde hay hambre, pobreza, maltratos físicos… Pero en el mundo de la compra-venta de las imágenes, lo que se ha comprado es porque está a la venta…
UNIDOS
Nico Fierro escribe: "Es increíble, pero es verdad. Y uno no lo nota, pero es real. Todos los blogs escriben sobre la misma historia. Nuestra historia. Cada uno con su pedacito particular. Cada post, cada comentario, generan una historia troquelada de la humanidad. Y es así como estamos todos linkeados".
Me encantó el comentario, y me siento más unida a todos ustedes...sniff...
Nico Fierro escribe: "Es increíble, pero es verdad. Y uno no lo nota, pero es real. Todos los blogs escriben sobre la misma historia. Nuestra historia. Cada uno con su pedacito particular. Cada post, cada comentario, generan una historia troquelada de la humanidad. Y es así como estamos todos linkeados".
Me encantó el comentario, y me siento más unida a todos ustedes...sniff...
Igualit@ a...
A mí me cae muy mal cuando alguien me compara. Las comparaciones nunca son buenas. Pero más que la comparación, me incomoda mucho el “eres igualita a…”
Hay gente que no se aguanta y apenas puede, te dice que eres igualito a tal persona. Obviamente, el parecido suele existir entre tú y cualquier persona que ellas conozcan pero tú no. Genial. Cuando me dicen una de esas cosas, yo no sé si se trata de un cumplido o de una ofensa, pues no conozco a la persona a la que hacen referencia. Y la cuestión se agrava cuando se encuentran varias personas que conocen a este X al que uno se parece: “uy, siii, pero hasta la forma de reír es idéntica”… y uno pensando ¿y si tiene la sonrisa torcida?
Me gusta que me digan que me parezco a X si X es simpátic@, inteligente o algo así. Sobra decir que no quisiera que me relacionaran con X si X es malagente, fe@ o tont@. Ahora, lo que sí me crispa es que no me digan nada de X, sino, simplemente, que se parece a mí. Uno no sabe cómo se ve desde los ojos de otro.
¿Qué se supone que uno debe responder ante una comparación? ¿Pregunta cómo es X o sencillamente dice que X debe ser todo un genio? ¿Se ríe? ¿Qué buscan al compararlo a uno? ¿¿¿QUEEE???
A mí me cae muy mal cuando alguien me compara. Las comparaciones nunca son buenas. Pero más que la comparación, me incomoda mucho el “eres igualita a…”
Hay gente que no se aguanta y apenas puede, te dice que eres igualito a tal persona. Obviamente, el parecido suele existir entre tú y cualquier persona que ellas conozcan pero tú no. Genial. Cuando me dicen una de esas cosas, yo no sé si se trata de un cumplido o de una ofensa, pues no conozco a la persona a la que hacen referencia. Y la cuestión se agrava cuando se encuentran varias personas que conocen a este X al que uno se parece: “uy, siii, pero hasta la forma de reír es idéntica”… y uno pensando ¿y si tiene la sonrisa torcida?
Me gusta que me digan que me parezco a X si X es simpátic@, inteligente o algo así. Sobra decir que no quisiera que me relacionaran con X si X es malagente, fe@ o tont@. Ahora, lo que sí me crispa es que no me digan nada de X, sino, simplemente, que se parece a mí. Uno no sabe cómo se ve desde los ojos de otro.
¿Qué se supone que uno debe responder ante una comparación? ¿Pregunta cómo es X o sencillamente dice que X debe ser todo un genio? ¿Se ríe? ¿Qué buscan al compararlo a uno? ¿¿¿QUEEE???
Tormenta
Leí en Venetkinker's una sentida petición a los cielos para que no lloviera tanto. Salió alguien a decir que los cielos no leen blogs, y quizá es cierto, pero lamentablemente uno es humano y a la hora de pedir auxilio usa cualquier medio.
Hace unos minutos empezó a llover muy fuerte. Extrañamente no eran gotas inmensas de esas que golpean como el granizo, sino más bien una lluvia fina pero pertinaz, una cortina espesa de gotas que se esparcían por rapidez impulsadas por unos fuertes vientos pocas veces vistos en Caracas.
Desde el balcón de mi casa se veía la palmera de enfrente doblarse y menear sus cocos, casi al mismo ritmo que el poste de luz que tiene al lado. La electricidad de mi casa parpadeaba. Mi cocina (ventanas cerradas) está empapada hasta las paredes. Nada normal. No es una lluvia cualquiera. Uno empieza a temer por alguna desviación de Claudette o de alguna otra perturbación climática, de esas que (gracias a Dios) pocas veces azotan a Venezuela.
Precisamente por no estar acostumbrados a esto, no estamos preparados. Un país con un clima tan benévolo no se ha preparado para estas cosas, al punto que, una lluvia de tres días (que puede ser muy normal en otras partes del mundos), nos arranca una ciudad de nuestro mapa. El sistema de alcantarillado, la mala planificación urbanística, la basura regada por todas partes (crisis que amenaza con empeorar dada la inminente huelga de los recogedores de basura), nopintan un buen panorama.
Yo no podía ver el edificio que queda al cruzar la calle, y la esquina del otro apenas se sospechaba. El rumor maligno de una noche de agua no deja de golpear mis oídos, y lo único que pienso es que, a pesar de que es algo pasajero, esta noche será dura para mucha gente sin casa. Y en mi ciudad, me duele decirlo, hay cada vez más mendigos.
Así es que me uniré a la petición del Vene y pediré que se moderen las lluvias y los vientos, por el bien de este país que tanto dolor ha tenido que padecer en los últimos tiempos. Yo sí creo que Dios lee los blogs, en serio.
Leí en Venetkinker's una sentida petición a los cielos para que no lloviera tanto. Salió alguien a decir que los cielos no leen blogs, y quizá es cierto, pero lamentablemente uno es humano y a la hora de pedir auxilio usa cualquier medio.
Hace unos minutos empezó a llover muy fuerte. Extrañamente no eran gotas inmensas de esas que golpean como el granizo, sino más bien una lluvia fina pero pertinaz, una cortina espesa de gotas que se esparcían por rapidez impulsadas por unos fuertes vientos pocas veces vistos en Caracas.
Desde el balcón de mi casa se veía la palmera de enfrente doblarse y menear sus cocos, casi al mismo ritmo que el poste de luz que tiene al lado. La electricidad de mi casa parpadeaba. Mi cocina (ventanas cerradas) está empapada hasta las paredes. Nada normal. No es una lluvia cualquiera. Uno empieza a temer por alguna desviación de Claudette o de alguna otra perturbación climática, de esas que (gracias a Dios) pocas veces azotan a Venezuela.
Precisamente por no estar acostumbrados a esto, no estamos preparados. Un país con un clima tan benévolo no se ha preparado para estas cosas, al punto que, una lluvia de tres días (que puede ser muy normal en otras partes del mundos), nos arranca una ciudad de nuestro mapa. El sistema de alcantarillado, la mala planificación urbanística, la basura regada por todas partes (crisis que amenaza con empeorar dada la inminente huelga de los recogedores de basura), nopintan un buen panorama.
Yo no podía ver el edificio que queda al cruzar la calle, y la esquina del otro apenas se sospechaba. El rumor maligno de una noche de agua no deja de golpear mis oídos, y lo único que pienso es que, a pesar de que es algo pasajero, esta noche será dura para mucha gente sin casa. Y en mi ciudad, me duele decirlo, hay cada vez más mendigos.
Así es que me uniré a la petición del Vene y pediré que se moderen las lluvias y los vientos, por el bien de este país que tanto dolor ha tenido que padecer en los últimos tiempos. Yo sí creo que Dios lee los blogs, en serio.
