sábado, mayo 31, 2003
Esa tipa no actualiza...
Uno que visita blogs con frecuencia, busca nuevos posts. Es una emoción, un texto fresquito y all brand new, de esos donde puedes comentar. Pero esa tipa no se actualiza. Desde ayer tengo una ventana abierta y la refresco a cada rato para ver si le dio la gana, si se puso las pilas, si decidió escribir algo nuevo. Pero nada.
Ahora viene la parte donde me siento estúpida: después de varios refresh me di cuenta que estaba en mi propio blog. Obvio que no se actualiza solo. Obvio que no puedo postear si estoy dándole refresh a ver si mi otro yo escribe. Obvio que hay días donde la inteligencia se toma unas vacaciones...
Uno que visita blogs con frecuencia, busca nuevos posts. Es una emoción, un texto fresquito y all brand new, de esos donde puedes comentar. Pero esa tipa no se actualiza. Desde ayer tengo una ventana abierta y la refresco a cada rato para ver si le dio la gana, si se puso las pilas, si decidió escribir algo nuevo. Pero nada.
Ahora viene la parte donde me siento estúpida: después de varios refresh me di cuenta que estaba en mi propio blog. Obvio que no se actualiza solo. Obvio que no puedo postear si estoy dándole refresh a ver si mi otro yo escribe. Obvio que hay días donde la inteligencia se toma unas vacaciones...
viernes, mayo 30, 2003
Servicio de desatención al cliente
Yo desde hace años le pago le Internet a mi mamá. Es un regalo para que esté en contacto con la tecnología, para que tenga nuevas fuentes de información y para que siga actualizada. Mi madre es una mujer de avanzada. Pero el servicio actual aumentó tanto de precio que decidí cambiarlo. Supuse que si llevaba al aparato a la oficina de atención al cliente y firmaba muchas planillas podría conseguirlo, pero para evitar sorpresas llamé al Centro de Atención al Cliente directamente:
- Msssdias, shshmshatenderle?
- Yo deseo retirar el servivio Meganet de mi casa. ¿Qué debo hacer? Hoy es 30 y quisiera saber si mañana puedo desconectar el aparato y llevarlo a sus oficinas para finiquitar eso.
- Msssddhghhgks...
- ¿Cómo? ¿Podrías hablar más fuerte, que no te escucho? (lo que quería era decir: Por favor modula, abre la boca, deja de hablar "pa'dentro")
- Sí, fíjese, el servicio sólo lo puede retirar del 25 al 30 de cada mes.
- O sea, ¿y mañana?
-¿No le acabo de decir que del 25 al 30? ¡Claro que mañana puede! (el tono quiso decir: "¿Acaso eres bruta, mija?")
- Pero es que HOY es 30, mañana es 31, por eso pregunto.
- Es lo mismo.
- Ok, pero ¿tengo que hacer algo más? ¿Llevo el aparato?
- NO LO DESCONECTE. Eso está prohibido. ¿NO LO SABIAAAA? Venga a las oficinas y después de los trámites le mandamos un técnico.
- Pero necesito desalojar el espacio que ocupa el aparato.
- Ah, entonces tráigalo. Aunque dentro de 2 semanas el técnico puede ir a hacerlo, para su comodidad.- ¿Y no está prohibido que lo desconecte yo?
- No, es para que usted esté más cómoda. Mientras el técnico va usted sigue disfrutando del servicio y luego le enviamos la factura.
- Pero es que me quiero retirar, no quiero más su servicio. Yo lo desconecto y lo llevo mañana para terminar esto, ¿si?
- Haga lo que quiera.
¿Por qué lo tratan a uno como si estuviera pidiendo limosna? ¿Por qué debo suponer que el 30 y el 31 son la misma cosa, cuando no lo son? ¿Sabrán los teleoperadores qué significa PROHIBIDO? ¿Por qué hacen reglas si no las van a cumplir? Empezamos mal el día, ¿eh?
Yo desde hace años le pago le Internet a mi mamá. Es un regalo para que esté en contacto con la tecnología, para que tenga nuevas fuentes de información y para que siga actualizada. Mi madre es una mujer de avanzada. Pero el servicio actual aumentó tanto de precio que decidí cambiarlo. Supuse que si llevaba al aparato a la oficina de atención al cliente y firmaba muchas planillas podría conseguirlo, pero para evitar sorpresas llamé al Centro de Atención al Cliente directamente:
- Msssdias, shshmshatenderle?
- Yo deseo retirar el servivio Meganet de mi casa. ¿Qué debo hacer? Hoy es 30 y quisiera saber si mañana puedo desconectar el aparato y llevarlo a sus oficinas para finiquitar eso.
- Msssddhghhgks...
- ¿Cómo? ¿Podrías hablar más fuerte, que no te escucho? (lo que quería era decir: Por favor modula, abre la boca, deja de hablar "pa'dentro")
- Sí, fíjese, el servicio sólo lo puede retirar del 25 al 30 de cada mes.
- O sea, ¿y mañana?
-¿No le acabo de decir que del 25 al 30? ¡Claro que mañana puede! (el tono quiso decir: "¿Acaso eres bruta, mija?")
- Pero es que HOY es 30, mañana es 31, por eso pregunto.
- Es lo mismo.
- Ok, pero ¿tengo que hacer algo más? ¿Llevo el aparato?
- NO LO DESCONECTE. Eso está prohibido. ¿NO LO SABIAAAA? Venga a las oficinas y después de los trámites le mandamos un técnico.
- Pero necesito desalojar el espacio que ocupa el aparato.
- Ah, entonces tráigalo. Aunque dentro de 2 semanas el técnico puede ir a hacerlo, para su comodidad.- ¿Y no está prohibido que lo desconecte yo?
- No, es para que usted esté más cómoda. Mientras el técnico va usted sigue disfrutando del servicio y luego le enviamos la factura.
- Pero es que me quiero retirar, no quiero más su servicio. Yo lo desconecto y lo llevo mañana para terminar esto, ¿si?
- Haga lo que quiera.
¿Por qué lo tratan a uno como si estuviera pidiendo limosna? ¿Por qué debo suponer que el 30 y el 31 son la misma cosa, cuando no lo son? ¿Sabrán los teleoperadores qué significa PROHIBIDO? ¿Por qué hacen reglas si no las van a cumplir? Empezamos mal el día, ¿eh?
miércoles, mayo 28, 2003
Hago lo que quiero
No deberíamos usar el blog para hablar del fenómeno blog, pero bueno, este es el mío y hago lo que quiero. Y la mayoría de los bloggers también. No ha habido una bitácora que no albergue una reflexión sobre el oficio. Y es que así somos los seres humanos. Por eso, lo haré siempre que pueda.
El tema de hoy: los hombres con blogs
Vayamos al grano: las mujeres siempre nos quejamos de lo poco participativos que son los hombres, sobre la falta de sensibilidad, sobre sus problemas de comunicación. Nadie pensaría que un hombre podría llevar un diario o escribir más de una línea sin aburrirse. ¡Sorpresa! Los webloggers masculinos son la excepción.
Creo que cualquier mujer que se sienta decepcionada de los hombres debería leer un blog escrito por “ellos”. En lo particular he encontrado toneladas de sensibilidad, pasión, inteligencia arrebatadora, picardía y excelentes escritores en la red. Muchos de ellos llevan lo que podría llamarse un diario digital, sin más, de esos donde hablan de su día y de la chica que les gusta, o de la gente estúpida que hace más difícil un viaje en autobús.
¿Conocen los chistes sexistas que despotrican del matrimonio? Pues ninguno de ellos aplica a los chicos bitacoreros de los que hablo: aman a sus esposas, novias, jevas, machuques o pechugas. Y se enrollan con cosas sentimentales, extrañan, se confunden entre dos amores, tienen miedo de llamar a una chica e invitarla a salir. Son gente real y llena de sentimientos reales. Aunque nos enteremos virtualmente. Es muy difícil inventar estas cosas, aparte de que resulta estéril inventarlas para un público desconocido.
Mis niños de la red tienen mascotas y se desviven por cuidarlas, se fijan en los detalles, se preocupan por bajar unos kilos, aman la vida y son divertidos. Se apasionan por la tecnología y el fútbol, pero también por las florecitas del parque y las mariposas, y las fotografían, las recuerdan.
Se emocionan por sus futuras paternidades, planifican el futuro, asumen responsabilidades.
Y yo me pregunto, ¿no será que todos son así, en el fondo? Mucho se ha escrito acerca de las mujeres, de lo divinas, de lo celestiales, hermosas y sensibles que son pero, ¿y por qué no nos damos tiempo para hablar así de los hombres? No concibo mi vida sin ellos. Mi esposo es el ser que más amo en el mundo y no podría describir las razones por las cuales lo amo sin ponerme a llorar. Los hombres son nuestro apoyo, nuestros compañeros, nuestra fortaleza, nuestro complemento. Son la roca, son el amor, son la risa pícara. ¿Y hace falta un blog para descubrirlo? Creo que este medio ha permitido una vía distinta de expresión para algo que siempre ha estado allí: el alma masculina. ¡Bendito sean los blogs! ¡Benditos sean los hombres!
No deberíamos usar el blog para hablar del fenómeno blog, pero bueno, este es el mío y hago lo que quiero. Y la mayoría de los bloggers también. No ha habido una bitácora que no albergue una reflexión sobre el oficio. Y es que así somos los seres humanos. Por eso, lo haré siempre que pueda.
El tema de hoy: los hombres con blogs
Vayamos al grano: las mujeres siempre nos quejamos de lo poco participativos que son los hombres, sobre la falta de sensibilidad, sobre sus problemas de comunicación. Nadie pensaría que un hombre podría llevar un diario o escribir más de una línea sin aburrirse. ¡Sorpresa! Los webloggers masculinos son la excepción.
Creo que cualquier mujer que se sienta decepcionada de los hombres debería leer un blog escrito por “ellos”. En lo particular he encontrado toneladas de sensibilidad, pasión, inteligencia arrebatadora, picardía y excelentes escritores en la red. Muchos de ellos llevan lo que podría llamarse un diario digital, sin más, de esos donde hablan de su día y de la chica que les gusta, o de la gente estúpida que hace más difícil un viaje en autobús.
¿Conocen los chistes sexistas que despotrican del matrimonio? Pues ninguno de ellos aplica a los chicos bitacoreros de los que hablo: aman a sus esposas, novias, jevas, machuques o pechugas. Y se enrollan con cosas sentimentales, extrañan, se confunden entre dos amores, tienen miedo de llamar a una chica e invitarla a salir. Son gente real y llena de sentimientos reales. Aunque nos enteremos virtualmente. Es muy difícil inventar estas cosas, aparte de que resulta estéril inventarlas para un público desconocido.
Mis niños de la red tienen mascotas y se desviven por cuidarlas, se fijan en los detalles, se preocupan por bajar unos kilos, aman la vida y son divertidos. Se apasionan por la tecnología y el fútbol, pero también por las florecitas del parque y las mariposas, y las fotografían, las recuerdan.
Se emocionan por sus futuras paternidades, planifican el futuro, asumen responsabilidades.
Y yo me pregunto, ¿no será que todos son así, en el fondo? Mucho se ha escrito acerca de las mujeres, de lo divinas, de lo celestiales, hermosas y sensibles que son pero, ¿y por qué no nos damos tiempo para hablar así de los hombres? No concibo mi vida sin ellos. Mi esposo es el ser que más amo en el mundo y no podría describir las razones por las cuales lo amo sin ponerme a llorar. Los hombres son nuestro apoyo, nuestros compañeros, nuestra fortaleza, nuestro complemento. Son la roca, son el amor, son la risa pícara. ¿Y hace falta un blog para descubrirlo? Creo que este medio ha permitido una vía distinta de expresión para algo que siempre ha estado allí: el alma masculina. ¡Bendito sean los blogs! ¡Benditos sean los hombres!
Miedo al ridículo
Hay cosas que uno esconde como un terrible secreto. Son pocas las personas a las que uno les puede contar ciertas historias familiares, fracasos, anécdotas embarazosas, ideas maltrechas. Uno siente vergüenza. Hasta que un día te das cuenta de que no estás solo, que hay muchas personas como tú que han pasado terribles experiencias, o que tienen un familiar al que quisieran esconder o algo así.
Y es que, en el fondo, todos tenemos miedo al ridículo, aunque sea un poquito. A todos nos pasa. Tengo una amiga que, de hecho, estuvo en una terapia de grupo y cuando trataron el asunto, la tarea que les pusieron fue tratar de vencer ese miedo. Cada uno dijo qué cosa temía hacer por miedo al qué dirán, comprometiéndose a hacerla en la semana que los separaba de la siguiente terapia. Mi amiga tenía miedo a mostrar sus piernas, a exponer su cuerpo frente a la gente, así que en esa semana se puso unos pantalones muy cortos y una camiseta y se fue a caminar. Sabía que todo el mundo la estaba viendo, pero ella estaba convencida de que la asignación le haría bien. Al llegar a la terapia, la semana siguiente, era la única que había cumplido con la tarea: los demás tuvieron demasiado miedo de hacer el ridículo.
Hay conversaciones que nos amedrentan, grupos en los que no encajamos, sitios en los que nos sentimos incómodos e inadecuados, y en todas esas situaciones optamos por cerrar la boca y no movernos para evitar el ridículo.
Pensaba en estos días que tener un blog era un acto de valentía, una rebeldía en contra de esos demonios. Más tarde pensé que no necesariamente era así pues es fácil esconder la identidad real creando una personalidad digital, un nick cualquiera. Pero luego también pensé que escudarse tras una identidad digital no es un pecado que minimice la valentía. Tú creas tu weblog y te expones, ya sea con un nombre real o con uno ficticio, y aunque nadie sepa quién eres, tú siempre lo sabrás. Ese es el detalle, igual te expones, igual compartes cosas muy íntimas, igual vences a la horrible quimera del miedo escénico.
Y aunque en el día a día los bloggers sigamos sintiendo nuestras penitas, o mostremos nuestras inseguridades, gracias a estas líneas que escribimos en la red somos cada día más fuertes.
Diversión económica
Tengo un nuevo hobbie: jugar con el traductor de Altavista. Ya sé, llegué tarde, muchos lo habrán hecho antes, pero a mí me encanta el asunto.
Tomo cualquier frase, sencilla, y la traduzco al inglés. Luego tomo el texto en inglés y lo traduzco al español para descubrir que ni de broma es la frase inicial. Después agarro la de español y la vuelvo a traducir, y así sucesivamente hasta que las traducciones den el mismo resultado en ambos idiomas.
Por ejemplo:
los días soleados son divertidos, sobre todo si se pasan en la playa. ¡Genial!
the sunny days are amused, mainly if they go in the beach. Brilliant!
se divierten los días asoleados, principalmente si entran en la playa. ¡Brillante!
the sunned days are amused, mainly if they enter the beach. Brilliant!
Otro ejemplo:
The Matrix has you
La matriz le tiene
The matrix has to him
La matriz tiene que él
The matrix has him
La matriz lo tiene
The matrix has it
Lo bueno es que yo me divierto barato…
El dimmer celestial
Yo creo que Dios tiene un dimmer para el sol. Es que a veces el cielo se va quedando sin luz poco a poco, como por disolvencia, así como si usaran dimmer.
Claro, que a veces se nota que hay un suplente de iluminación y la luz sale por corte, como en aquel chiste que decía “cayó la noche… y aplastó a Caperucita”.
Los atardeceres más bellos que he visto son los de Juan Griego, en Margarita. Ahí no sólo usan dimmer sino también gelatinas para luces, efectos especiales, contraluces, una luz de relleno bien difusa, y mucho arte.
Y después dicen que todo eso fue invento de los impresionistas…
lunes, mayo 26, 2003
¿Dislexia o imaginación?
No pretendo disculparme, sólo quiero reconocer que cada día escribo peor. Hay palabras que simplemente no me salen como auqneu, todas las termiandas en mente (virtualenente, por ejemplo) y otras más. Yo trato de limpiar los post de estos episodios disléxicos, pero no, no me sale. Espero sepan comprender. De ahora en adelante seguramente encontrarán más errores, pero me cansé de corregirlos. Trataré de prestar atención, pero si se me siguen escapando ya saben que no estoy mandano un mensaje en clave, es sólo Superdharma, ella es así.
No pretendo disculparme, sólo quiero reconocer que cada día escribo peor. Hay palabras que simplemente no me salen como auqneu, todas las termiandas en mente (virtualenente, por ejemplo) y otras más. Yo trato de limpiar los post de estos episodios disléxicos, pero no, no me sale. Espero sepan comprender. De ahora en adelante seguramente encontrarán más errores, pero me cansé de corregirlos. Trataré de prestar atención, pero si se me siguen escapando ya saben que no estoy mandano un mensaje en clave, es sólo Superdharma, ella es así.
La virgen del pan
No les había contado esto porque no sabía cómo. Ahora tampoco lo sé, pero repasaré los detalles más resaltantes.
Resulta que en la parte de abajo de una barra de pan apareció la imagen de la virgen. No se rían, es cierto, se celebraba el día de la madre en un edificio de Caracas y al final de la fiesta la descubrieron.
Pero es que ahí comienza el cuento: resulta que en Caracas hay escasez de harina, así que la aparición fue todo un suceso en esa comunidad. Llegaron a pensar que era una señal, que como los católicos pedimos "el pan nuestro de cada día" había un mensaje oculto. No sé si sea cierto, pero no pude evitar ir a verla.No me lo van a creer, pero ahí estaba: parecía la Virgen de Guadalupe.
En fin, los evangélicos de 5to. piso (a quienes llamo los iconoclastas del 5to), empezaron a retorcerse de la pena ajena, diciendo que no había una cosa más loca que esa de adorar un pan, que sería mejor que compraran una estatua de yeso, a lo que la gente respondió que tanto el yeso como el pan eran cosas materiales, sólo que la estatua era hecha por el hombre mientras que aquí lo que hizo el hombre fue el pan y la imagen apareció sola. Todo un suceso, ya lo dije.
Lástima que no puedo ponerles las fotos, pero no me canso de decir que este país es un pueblo. ¡Imagínense ver un pan en un altar! ¡Hasta tenía flores y velas! El realismo mágico parece un chiste en Venezuela. No puedo decir nada más. Todavía veo las fotos y sigo sin creerlo.
No les había contado esto porque no sabía cómo. Ahora tampoco lo sé, pero repasaré los detalles más resaltantes.
Resulta que en la parte de abajo de una barra de pan apareció la imagen de la virgen. No se rían, es cierto, se celebraba el día de la madre en un edificio de Caracas y al final de la fiesta la descubrieron.
Pero es que ahí comienza el cuento: resulta que en Caracas hay escasez de harina, así que la aparición fue todo un suceso en esa comunidad. Llegaron a pensar que era una señal, que como los católicos pedimos "el pan nuestro de cada día" había un mensaje oculto. No sé si sea cierto, pero no pude evitar ir a verla.No me lo van a creer, pero ahí estaba: parecía la Virgen de Guadalupe.
En fin, los evangélicos de 5to. piso (a quienes llamo los iconoclastas del 5to), empezaron a retorcerse de la pena ajena, diciendo que no había una cosa más loca que esa de adorar un pan, que sería mejor que compraran una estatua de yeso, a lo que la gente respondió que tanto el yeso como el pan eran cosas materiales, sólo que la estatua era hecha por el hombre mientras que aquí lo que hizo el hombre fue el pan y la imagen apareció sola. Todo un suceso, ya lo dije.
Lástima que no puedo ponerles las fotos, pero no me canso de decir que este país es un pueblo. ¡Imagínense ver un pan en un altar! ¡Hasta tenía flores y velas! El realismo mágico parece un chiste en Venezuela. No puedo decir nada más. Todavía veo las fotos y sigo sin creerlo.
