miércoles, octubre 08, 2003
Un billete de lotería
No sé qué pensar acerca del nuevo gobernador de California. Me asusta creer que ganó por el bendito voto castigo, que sólo obtuvo el triunfo porque los electores querían negárselo al otro candidato. Grandes errores políticos ha cometido mi país con esa estrategia malcriada.
La trayectoria política de Schwarzenegger ha sido corta. Dicen que el año pasado impulsó un decreto para ampliar los presupuestos de las escuelas para que estas pudieran ofrecer actividades extra-curriculares a sus alumnos, haciendo que los jóvenes pasaran más tiempo en la escuela y no en las calles. No me parece mal, pero siendo esa su única iniciativa, me parece insuficiente.
Soy de las que defiende el “zapatero a tus zapatos” por considerarlo real y funcional: si estás entrenado y capacitado para una labor, seguramente la llevarás a cabo con mayores posibilidades de éxito que quien no tiene esa capacitación.
Pero, por esas cosas del destino, también creo en el azar. Sorpresas te da la vida, dicen por ahí. Y es que sobran casos en los que, por un golpe de suerte, alguien descubre que su verdadera vocación es distinta a la carrera que ha estudiado.
Por eso, y con toda la reserva del caso, espero que a California no le salga caro el asunto este de elegir como gobernador a quien sólo ha sido fisioculturista-actor. Y claro, si es esa su verdadera vocación, que el señor se prepare mejor y actúe como un Terminator en contra de la corrupción.
Ruego porque cada día haya gobiernos más justos en el mundo, aunque deba entregar mis esperanzas al azar… Últimamente la lógica no está dando muchos resultados.

La trayectoria política de Schwarzenegger ha sido corta. Dicen que el año pasado impulsó un decreto para ampliar los presupuestos de las escuelas para que estas pudieran ofrecer actividades extra-curriculares a sus alumnos, haciendo que los jóvenes pasaran más tiempo en la escuela y no en las calles. No me parece mal, pero siendo esa su única iniciativa, me parece insuficiente.
Soy de las que defiende el “zapatero a tus zapatos” por considerarlo real y funcional: si estás entrenado y capacitado para una labor, seguramente la llevarás a cabo con mayores posibilidades de éxito que quien no tiene esa capacitación.
Pero, por esas cosas del destino, también creo en el azar. Sorpresas te da la vida, dicen por ahí. Y es que sobran casos en los que, por un golpe de suerte, alguien descubre que su verdadera vocación es distinta a la carrera que ha estudiado.
Por eso, y con toda la reserva del caso, espero que a California no le salga caro el asunto este de elegir como gobernador a quien sólo ha sido fisioculturista-actor. Y claro, si es esa su verdadera vocación, que el señor se prepare mejor y actúe como un Terminator en contra de la corrupción.
Ruego porque cada día haya gobiernos más justos en el mundo, aunque deba entregar mis esperanzas al azar… Últimamente la lógica no está dando muchos resultados.