lunes, octubre 20, 2003
La pandilla de los reprimidos sexuales
Me encantan que cada quien pueda tener su opinión sobre un asunto y que, a pesar de no llegar a coincidir nunca, la discusión se desarrolle en términos de tolerancia.
Es que la tolerancia nos permite multiplicar las perspectivas.
Si yo me enfrascara en que las cosas son como yo las veo y no aceptara ninguna opinión distinta, me estaría perdiendo de posibilidades infinitas de aproximación a una misma cosa, me estaría perdiendo la posibilidad de acercarme a la verdad, me estaría perdiendo la posibilidad de salir del error (en caso de estar en él).
La masturbación femenina fue el tema planteado por su Saturno, en su aparición especial en Venethinker’s Pensamientos.
Cada quien dio su opinión, hizo el comentario de rigor… todo bien. Pero el visitante N° 13 al área de comentarios, ante la nutrida discusión, acusó a los participantes de la tertulia virtual de “reprimidos sexuales”, basándose en que el pensamiento no tiene nada que ver con el sexo, y concluyendo algo así como “el que mucho piensa, poco folla”.
No sé los demás, pero yo pienso todo. Y esto no quiere decir que lo premedite todo, pero definitivamente me gusta usar mi cerebro.
A ver, muchachos, ¿en qué momento me perdí? ¿En qué parte de la evolución el hombre perdió la capacidad de pensar mientras hace? ¿Desde cuándo no se puede caminar y masticar chicle al mismo tiempo?
¡Se ve cada cosa en la web!
Me encantan que cada quien pueda tener su opinión sobre un asunto y que, a pesar de no llegar a coincidir nunca, la discusión se desarrolle en términos de tolerancia.
Es que la tolerancia nos permite multiplicar las perspectivas.
Si yo me enfrascara en que las cosas son como yo las veo y no aceptara ninguna opinión distinta, me estaría perdiendo de posibilidades infinitas de aproximación a una misma cosa, me estaría perdiendo la posibilidad de acercarme a la verdad, me estaría perdiendo la posibilidad de salir del error (en caso de estar en él).
La masturbación femenina fue el tema planteado por su Saturno, en su aparición especial en Venethinker’s Pensamientos.
Cada quien dio su opinión, hizo el comentario de rigor… todo bien. Pero el visitante N° 13 al área de comentarios, ante la nutrida discusión, acusó a los participantes de la tertulia virtual de “reprimidos sexuales”, basándose en que el pensamiento no tiene nada que ver con el sexo, y concluyendo algo así como “el que mucho piensa, poco folla”.
No sé los demás, pero yo pienso todo. Y esto no quiere decir que lo premedite todo, pero definitivamente me gusta usar mi cerebro.
A ver, muchachos, ¿en qué momento me perdí? ¿En qué parte de la evolución el hombre perdió la capacidad de pensar mientras hace? ¿Desde cuándo no se puede caminar y masticar chicle al mismo tiempo?
¡Se ve cada cosa en la web!