sábado, octubre 25, 2003
El cumpleaños
El de este año ha sido uno de los mejores cumpleaños de mi vida. No lo digo porque hice cosas extraordinarias, ni por los regalos (que fueron preciosos), sino por mi estado de ánimo.
Las cosas fluyeron, a pesar de los típicos bemoles del día a día, de la risa a la tranquilidad. Desperté muerta de la risa por un sueño loco que tuve y que me hizo reír incluso antes de despertar.
Reunirse con los amigos para comer y luego encontrar un lugar apacible para conversar, para mí hace que un día valga la pena.
Acercarme a la computadora y encontrar tantas muestras de cariño en el blog, me ha hecho muy feliz. Me gusta la comunidad a la que pertenezco y sus muestras de cariño me llenan de alegría. Hasta tarjetas me hicieron llegar, muchach@s, un gesto que me dejó sin palabras.
Además, ahora tengo un reloj de gente grande, bonito como pocos.
Lo más lindo ha sido llegar a casa sin preocupaciones en la cabeza, sin sobresaltos, sin dolores en el corazón (comunes en mis cumpleaños), y sentir que he regresado a mi hogar donde, con pantuflas y pijama, puedo volver a dormir sonriente, satisfecha, enamorada.
Este ha sido, como dije, uno de los mejores cumpleaños de toda mi vida. Inauguro, entonces, una nueva etapa, donde todos han de ser como este.

Las cosas fluyeron, a pesar de los típicos bemoles del día a día, de la risa a la tranquilidad. Desperté muerta de la risa por un sueño loco que tuve y que me hizo reír incluso antes de despertar.
Reunirse con los amigos para comer y luego encontrar un lugar apacible para conversar, para mí hace que un día valga la pena.
Acercarme a la computadora y encontrar tantas muestras de cariño en el blog, me ha hecho muy feliz. Me gusta la comunidad a la que pertenezco y sus muestras de cariño me llenan de alegría. Hasta tarjetas me hicieron llegar, muchach@s, un gesto que me dejó sin palabras.
Además, ahora tengo un reloj de gente grande, bonito como pocos.
Lo más lindo ha sido llegar a casa sin preocupaciones en la cabeza, sin sobresaltos, sin dolores en el corazón (comunes en mis cumpleaños), y sentir que he regresado a mi hogar donde, con pantuflas y pijama, puedo volver a dormir sonriente, satisfecha, enamorada.
Este ha sido, como dije, uno de los mejores cumpleaños de toda mi vida. Inauguro, entonces, una nueva etapa, donde todos han de ser como este.