miércoles, septiembre 10, 2003
Odio cuando un dolor es sustituido por otro. Cuando tienes dolor de estómago y sólo se te quita cuando te da dolor de cabeza. Cuando te pisaste un dedo y sólo lo olvidas cuando te pegas en la cabeza. Esos días en los que uno está "acontecido", pues.
Afortunadamente eso me pasa sólo a veces. Pero conozco gente que es así, que su vida es un pasaje constante entre un dolor y otro, entre una tragedia y otra. He llegado a pensar que se trata de una valoración negativa de las cosas, que esa gente sólo se empeña en contarme las cosas malas que le pasan. Pudiera ser. Pero siento que, de tanto ver lo malo, aprenden a atraer la fatalidad.
Es como si de tanto "maltripear" la vida, hay personas a las que la vida sólo les da porquería.
Y no digo que a mí no me pasen cosas malas pero, de alguna manera, las veo como pasajeras. Lo divertido es que, tanto lo bueno como lo malo en la vida es pasajero, efímero, pero me empeño en pensar que lo malo pasa, y que, por poder mental, lo bueno puede ser eterno.
Puedo recordar cada una de las cosas divertidas que me han pasado, de hecho me gusta hacerlo, y de las cosas bonitas no paro de acordarme. Pero también he llegado a convertir en buenos recuerdos algunas de las cosas malas que me pasan. Y si no puedo hacerlas buenas, por lo menos me río de ellas y les quito el poder maléfico que tienen de arruinarme el ánimo.
Hoy, a pesar de mis dolores, siento que es un buen día. Pase lo que pase, hay motivos para sonreir. Y si no los hay, los crearé. Es muy lindo ser feliz, pero más bonito es hacer el esfuerzo por serlo... cansa menos que amargarse, por lo menos.
Afortunadamente eso me pasa sólo a veces. Pero conozco gente que es así, que su vida es un pasaje constante entre un dolor y otro, entre una tragedia y otra. He llegado a pensar que se trata de una valoración negativa de las cosas, que esa gente sólo se empeña en contarme las cosas malas que le pasan. Pudiera ser. Pero siento que, de tanto ver lo malo, aprenden a atraer la fatalidad.
Es como si de tanto "maltripear" la vida, hay personas a las que la vida sólo les da porquería.
Y no digo que a mí no me pasen cosas malas pero, de alguna manera, las veo como pasajeras. Lo divertido es que, tanto lo bueno como lo malo en la vida es pasajero, efímero, pero me empeño en pensar que lo malo pasa, y que, por poder mental, lo bueno puede ser eterno.
Puedo recordar cada una de las cosas divertidas que me han pasado, de hecho me gusta hacerlo, y de las cosas bonitas no paro de acordarme. Pero también he llegado a convertir en buenos recuerdos algunas de las cosas malas que me pasan. Y si no puedo hacerlas buenas, por lo menos me río de ellas y les quito el poder maléfico que tienen de arruinarme el ánimo.
Hoy, a pesar de mis dolores, siento que es un buen día. Pase lo que pase, hay motivos para sonreir. Y si no los hay, los crearé. Es muy lindo ser feliz, pero más bonito es hacer el esfuerzo por serlo... cansa menos que amargarse, por lo menos.