martes, julio 29, 2003
Univercidad
Hoy abrió sus puertas la Universidad Bolivariana. El proyecto, hasta ahora considerado como una fantasía más de nuestro presidente (por falta de sede), pudo concretarse como consecuencia del desmantelamiento de la industria petrolera venezolana.
En efecto, nuestro primer mandatario había dicho que convertiría el palacio de gobierno, en una institución de educación superior para las clases desposeídas pero, ante la imposibilidad de emplear la histórica edificación (entre otras causas, porque no hubiese aguantado el trajinar de tantos estudiantes y profesores), aprovechó el despido masivo de los empleados petroleros que se fueron a huelga en diciembre para establecer su universidad.
La idea de darle cabida a estudiantes de escasos recursos no me parece mala. Lo que veo con malos ojos es que:
1. Sea en Caracas, esta superpoblada ciudad.
2. Que ofrezca carreras largas, en vez de carreras cortas o técnicas que permitirían una pronta incorporación en el mercado de trabajo.
3. Que se apropie de la sede de PDVSA, negando la posibilidad de su recuperación absoluta.
Y muchos etcéteras.
Pero lo que me dejó sin habla fue el pase de prensa que entregaban para cubrir el evento: firmada por Casa Militar, con logo, plastificado (totalmente auténtico, pues), llevaba al frente la identificación de la institución: Univercidad Bolivariana. A menos que este sea un nombre propio y no un gazapo, esto es una tragedia. Si así empieza, no quiero imaginar su futuro...
Hoy abrió sus puertas la Universidad Bolivariana. El proyecto, hasta ahora considerado como una fantasía más de nuestro presidente (por falta de sede), pudo concretarse como consecuencia del desmantelamiento de la industria petrolera venezolana.
En efecto, nuestro primer mandatario había dicho que convertiría el palacio de gobierno, en una institución de educación superior para las clases desposeídas pero, ante la imposibilidad de emplear la histórica edificación (entre otras causas, porque no hubiese aguantado el trajinar de tantos estudiantes y profesores), aprovechó el despido masivo de los empleados petroleros que se fueron a huelga en diciembre para establecer su universidad.
La idea de darle cabida a estudiantes de escasos recursos no me parece mala. Lo que veo con malos ojos es que:
1. Sea en Caracas, esta superpoblada ciudad.
2. Que ofrezca carreras largas, en vez de carreras cortas o técnicas que permitirían una pronta incorporación en el mercado de trabajo.
3. Que se apropie de la sede de PDVSA, negando la posibilidad de su recuperación absoluta.
Y muchos etcéteras.
Pero lo que me dejó sin habla fue el pase de prensa que entregaban para cubrir el evento: firmada por Casa Militar, con logo, plastificado (totalmente auténtico, pues), llevaba al frente la identificación de la institución: Univercidad Bolivariana. A menos que este sea un nombre propio y no un gazapo, esto es una tragedia. Si así empieza, no quiero imaginar su futuro...