miércoles, julio 02, 2003
Adicta
NO lo puedo evitar: me quedé enganchada jugando con el XBOX, como no lo hacía desde que jugaba Asteroids o Combat en Atari. No me pasó con Playstation, y muy poco con los Gameboy, pero esto es otra cosa. Ahora, cuando necesito descansar la mente, juego XBOX. Si tengo que esperar que me vengan a buscar, juego XBOX. Si espero una llamada, juego XBOX. Si tengo insomnio, juego XBOX.
Y lo peor es que estoy pegada con un juego de lucha que me tiene un tanto agresiva porque, como siempre, me meto en el personaje. Mi pulgar izquierdo tiene una ampolla por un lado y un callo por el otro. No me importa, duele pero así es la vida de las ninjas fugitivas o de las karatekas especializadas.
...Y pensar que los deportes de enfrentamiento cuerpo a cuerpo siempre me dieron grima...
NO lo puedo evitar: me quedé enganchada jugando con el XBOX, como no lo hacía desde que jugaba Asteroids o Combat en Atari. No me pasó con Playstation, y muy poco con los Gameboy, pero esto es otra cosa. Ahora, cuando necesito descansar la mente, juego XBOX. Si tengo que esperar que me vengan a buscar, juego XBOX. Si espero una llamada, juego XBOX. Si tengo insomnio, juego XBOX.
Y lo peor es que estoy pegada con un juego de lucha que me tiene un tanto agresiva porque, como siempre, me meto en el personaje. Mi pulgar izquierdo tiene una ampolla por un lado y un callo por el otro. No me importa, duele pero así es la vida de las ninjas fugitivas o de las karatekas especializadas.
...Y pensar que los deportes de enfrentamiento cuerpo a cuerpo siempre me dieron grima...