miércoles, junio 11, 2003
TTC
Hace poco me enteré de que el Teatro Teresa Carreño está cumpliendo 20 años. El pobre está un poco destartalado, pero sigue estando dentro de mi corazón como una de las construcciones más lindas de Caracas. Me siento anciana, yo lo conocí cuando recién se inauguraba, cuando iba con mi madre a ver danza contemporánea y teatro infantil.
En sus alrededores pasé una parte de mi juventud, dando vueltas entre la Feria del Ateneo y algunos talleres del Museo de Bellas Artes, y todavía recuerdo con fascinación haber escuchado el ensayo de algún músico en sus espacios públicos. Ojalá no se muera por la desidia. Ojalá no se lo lleve el viento. Ojalá sean muchas veintenas de años más.

En sus alrededores pasé una parte de mi juventud, dando vueltas entre la Feria del Ateneo y algunos talleres del Museo de Bellas Artes, y todavía recuerdo con fascinación haber escuchado el ensayo de algún músico en sus espacios públicos. Ojalá no se muera por la desidia. Ojalá no se lo lleve el viento. Ojalá sean muchas veintenas de años más.