<$BlogRSDUrl$>

miércoles, junio 11, 2003

Esta memoria mía...

Hay días en los que me doy cuenta de que mi mente está en aerosol: dispersa. Tengo menos concentración que un chipo, o que una mosca con medio día de vida por delante, o que mi perro cuando se encuentra una pelusa en el suelo. Salgo a hacer algo y enseguida se me olvida para qué me paré. Y no es que me detengo a pensarlo, sino que me pongo a hacer CUALQUIER OTRA COSA y ni recuerdo mi objetivo inicial.

Lo malo de tener la mente en aerosol es que no tiene efecto residual, como los insecticidas. No es que pensar en algo ahorita vaya a marcar un hito, los pensamientos pasan sin dejar huella, así que mañana ni me acordaré en qué pensaba yo 24 horas antes. Lo peor es que hago proyectos, muchos proyectos, millones, y hasta los anoto en millones de papeles, cuadernos, servilletas y facturas. Nunca los vuelvo a encontrar a tiempo (suelen aparecer meses después) o, sencillamente no llego a acordarme por qué hice esas anotaciones.

Es una etapa, pronto volveré a enfocarme, realizaré alguno de los proyectos de esta fase creativa, de esta orgía de ideas, pero no deja de ser desconcertante olvidarlo todo, aunque en buena parte me divierte. Y me divierte porque soy de esas personas que hasta se acuerdan del nombre de su maestra de segundo grado (la mía se llamaba Isvelia Lugo) aunque hayan tenido porlo menos 3 colegios y una universidad de distancia en la memoria. Y es horrible porque tener buena memoria te obliga a atormentarte por los errores que has cometido, o por las fallas que han cometido otros, y juzgar, hacer proyecciones, imaginarse las cosas de mil maneras, contar los pollos antes de nacer.

Empecé este post para contarles algo y no sé cuántos párrafos llevo ya tratando de recordarlo, así que hasta aquí llego...si me acuerdo de lo que iba a escribir lo anoto en un papel y regreso en un rato a postearlo acá.


This page is powered by Blogger. Isn't yours?