miércoles, junio 11, 2003
Escribir y organizar
Como verán estoy escribiendo mucho. Creo que el insomnio me trae de cabeza y no puedo parar de pensar. Aprovecho los tiempos muertos del trabajo para postear. Leyendo a Taufpate me puse a reflexionar acerca de por qué llevo este blog. Siempre he escrito para organizar mis ideas o, al menos, para exteriorizarlas y detener así la incesante centrífuga de pensamientos que tengo a cada rato en la cabeza. Escribo desde hace más de 14 años.
"Si no descargo lo que traigo en la cabeza se me cae" no es el mejor slogan del mundo, pero sí una muestra de lo que hago aquí. Lo que no queda claro es si se me cae la cabeza o lo que traigo en ella, pero creo que son los dos.
A veces escribo cosas sin sentido, pero aun esas, las incoherentes, me ayudan. Nunca he tomado la escritura como un servicio público que le hago al mundo, para mí es un placer egoísta que no puedo (auqnue quisiera) compartir con nadie. Lo que sale después sí lo comparto, ya sea en forma de cuentos o escritos indefinidos, pero escribir es algo que hago solita.
Tuve una muy mala experiencia laboral hace años y después de ella, a manera de catarsis, empecé a incorporar las experiencias vividas en la novela que estaba escribiendo. En menos de un mes llevaba varios capítulos y todos los días escribía mucho, y reescribía más, creando personajes que representaran a las personas que acababa de abandonar en la oficina que dejé. Era como vudú literario. Un buen día me di cuenta que ya no necesitaba exorcizar más demonios... y dejé de escribir tan seguido. Hoy pienso que la novela cayó en el abandono y no sé si pueda recuperarla. Es una pena, pero fue excelente terapia.
El blog para mí es divertido, apasionante pero, sobre todo, útil para organizar mis ideas, y con el desorden mental que cargo ahora es lógico que lo actualice a cada rato. El día que no tenga mucho que organizar o que simplemente no me provoque escribir, no lo haré. No me gusta verlo como una obligación. Quizá eso es lo divertido.
Como verán estoy escribiendo mucho. Creo que el insomnio me trae de cabeza y no puedo parar de pensar. Aprovecho los tiempos muertos del trabajo para postear. Leyendo a Taufpate me puse a reflexionar acerca de por qué llevo este blog. Siempre he escrito para organizar mis ideas o, al menos, para exteriorizarlas y detener así la incesante centrífuga de pensamientos que tengo a cada rato en la cabeza. Escribo desde hace más de 14 años.
"Si no descargo lo que traigo en la cabeza se me cae" no es el mejor slogan del mundo, pero sí una muestra de lo que hago aquí. Lo que no queda claro es si se me cae la cabeza o lo que traigo en ella, pero creo que son los dos.
A veces escribo cosas sin sentido, pero aun esas, las incoherentes, me ayudan. Nunca he tomado la escritura como un servicio público que le hago al mundo, para mí es un placer egoísta que no puedo (auqnue quisiera) compartir con nadie. Lo que sale después sí lo comparto, ya sea en forma de cuentos o escritos indefinidos, pero escribir es algo que hago solita.
Tuve una muy mala experiencia laboral hace años y después de ella, a manera de catarsis, empecé a incorporar las experiencias vividas en la novela que estaba escribiendo. En menos de un mes llevaba varios capítulos y todos los días escribía mucho, y reescribía más, creando personajes que representaran a las personas que acababa de abandonar en la oficina que dejé. Era como vudú literario. Un buen día me di cuenta que ya no necesitaba exorcizar más demonios... y dejé de escribir tan seguido. Hoy pienso que la novela cayó en el abandono y no sé si pueda recuperarla. Es una pena, pero fue excelente terapia.
El blog para mí es divertido, apasionante pero, sobre todo, útil para organizar mis ideas, y con el desorden mental que cargo ahora es lógico que lo actualice a cada rato. El día que no tenga mucho que organizar o que simplemente no me provoque escribir, no lo haré. No me gusta verlo como una obligación. Quizá eso es lo divertido.