miércoles, mayo 21, 2003
La jefa de mi jefe
Mi jefe es uno de los seres más angelicales que haya parido esta tierra. Es el jefe que todos quisieran tener, y no sólo porque sea benévolo con las correcciones o asignaciones, sino porque es un ser humano. Es flexible cuando tiene que serlo, es divertido y es buena gente.
Con 15 años de trabajo en un banco ya debería ser su presidenta, y les aseguro que no lo es. Con un postgrado en el IESA debería saber que no se escribe "fuistes", y no lo sabe. Pero es la jefa de mi jefe.
Ella desea que las entrevistas se entrecomillen donde ella dice, y no donde empieza la cita textual del entrevistado. Ella sería capaz de reescribir la Biblia argumentando que Marcos, Mateo, Lucas y Juan no tienen un postgrado. Ella es así y de ella depende mi sueldo. Hay pocas personas en el mundo a las que me provocaría torcerles el pescuezo, pero en este caso, no sólo es imposible físicamente (ni le he visto la cara) sino que resulta difícil porque vivo con el dinero que ella aprueba que me paguen.
Es una pena y no niego que me asustan sus críticas, aunque no las respeto. Nunca usa criterios válidos distintos a "yo soy la que paga" o "estudié en tal parte", como si los demás hubiésemos sacado nuestro título de una caja de detergente. Y sí, me asusta que un día me boten porque a la doña le provocó decir que "de esta manera" y "de esta forma" no son prácticamente la misma cosa. Pero bueno, esos son los pequeños detalles de los que está hecha la vida de los que trabajamos como burros para personas que son más burras que uno, pero tienen título del IESA.