martes, mayo 13, 2003

Sí, sé que es una canción "gallísima" pero a veces hay que reírse como tonto y tratar de ser feliz. Mi clase de anoche fue muy divertida, sobre todo por el vino y las papitas fritas. Llegué a casa y Luis me tenía pizza y Coca Cola Light. Todo un mundo de diversión para que no me pusiera triste por anticipado. Claro, y es que este martes 13, como ya conté, no es un buen día para mí.
Pero contra todo pronóstico, hoy ha sido imposible ponerse triste. Esta mañana el perro vomitó, me quedé dormida y no le hice almuerzo a Luis, seguí dormida, empezó a dolerme la espalda y decidí pararme, me cortaron el gas y ahora empieza a hacer una calor de locos que no puedo quitarme de encima porque odio bañarme con agua fría (claro, si tienes calentador de gas pero no gas estás frita, ¿no?)
Así pues, destino cruel, te tengo una noticia: no me importa. Es más, ME VOY A REIR DE TODO. Y no digo que no se puedan poner más terribles las cosas, pero es que el clima es tan patético que ya perdí la capacidad de asombro con esto de mi mala suerte pasajera, así que si me lanzas otra bola baja no me extrañará y, aunque no la batee, me voy a reír.