miércoles, mayo 07, 2003
Cosas que me hacen darme cuenta de que lentamente me estoy poniendo vieja:
No me acuerdo cómo me mantenía en pie después de una noche en vela estudiando.
Pasar horas en un carro sin aire acondicionado ya no es divertido.
No sé qué grupos suenan en la radio.
No tengo miedo de que me pidan la cédula al entrar a una discoteca.
Cada día tengo más ganas de estudiar algo útil como peluquería o reparación de hornos microondas.
Quiero comprar dólares.
Han empezado a perderse mis medias (si antes lo hacían ni lo noté…el caso es que ahora lo noto ¡y me importa!).
Me sé de memoria los números de mi tarjeta de débito.
Cosas que me hacen darme cuenta de que irremediablemente seré una rebelde:
Cada cierto tiempo me niego a usar sostén.
Tres de la mañana sigue siendo una buena hora para irse a dormir.
No imagino cuál es el sentido de usar tacones.
Sigue sin gustarme el whisky.
Sigo abriendo todos los potes de cosméticos en la perfumería para olerlos (¡y que se le ocurra al vigilante venir a regañarme!)
No me interesa la moda, por lo menos no para usarla yo.
Canto cuando estoy alegre.
No me da la gana de despertarme temprano y buscaré la manera de seguir evitándolo.
Me cuesta terminar lo que empie
No me acuerdo cómo me mantenía en pie después de una noche en vela estudiando.
Pasar horas en un carro sin aire acondicionado ya no es divertido.
No sé qué grupos suenan en la radio.
No tengo miedo de que me pidan la cédula al entrar a una discoteca.
Cada día tengo más ganas de estudiar algo útil como peluquería o reparación de hornos microondas.
Quiero comprar dólares.
Han empezado a perderse mis medias (si antes lo hacían ni lo noté…el caso es que ahora lo noto ¡y me importa!).
Me sé de memoria los números de mi tarjeta de débito.
Cosas que me hacen darme cuenta de que irremediablemente seré una rebelde:
Cada cierto tiempo me niego a usar sostén.
Tres de la mañana sigue siendo una buena hora para irse a dormir.
No imagino cuál es el sentido de usar tacones.
Sigue sin gustarme el whisky.
Sigo abriendo todos los potes de cosméticos en la perfumería para olerlos (¡y que se le ocurra al vigilante venir a regañarme!)
No me interesa la moda, por lo menos no para usarla yo.
Canto cuando estoy alegre.
No me da la gana de despertarme temprano y buscaré la manera de seguir evitándolo.
Me cuesta terminar lo que empie
